jueves, 27 de noviembre de 2014

EDUCAR PARA SER.

Educar es dar a la mente, al cuerpo, al alma… toda la belleza y perfección que somos capaces de desarrollar” (Platón)
Educar es sacar del niño aquello que ya es. Los niños no son como recipientes vacíos que llenar, hojas en blanco donde escribir. Son seres humanos íntegros, completos, y como padres, madres o maestros debemos acompañarles a que descubran lo que ya son, lo que ya tienen y necesitan para su felicidad. Acompañarles a descubrir su poder, que al igual que en ti y en mí, también habita en ellos. Y aprender de ellos, porque son maestros en el arte de vivir; por sus emociones, curiosidad, alegría, creatividad, saber vivir en el presente, su ilusión….
Acompañar significa estar ahí, a su lado. Sin dirigir, sin juzgar, sin querer quitar ni un ápice de su tristeza cuando la haya, de lo que forma parte de su proceso de aprendizaje, de sus miedos, de sus emociones y sentimientos. Y también significa sostener, dar confianza, ofrecer mi crecimiento como persona y tener a punto mis herramientas por si en un momento dado ellos nos las piden. Estar ahí y poner estas herramientas en marcha.
La escucha, no para censurar, sino para descubrir el motivo por el que nos hablan. La empatía para entender su sentir. El reconocimiento para reconocer sus valores, sus fortalezas, y poder mostrárselos en los momentos en que los necesiten. La comprensión para entender su por qué. La asertividad para mostrarle cómo soy, sin sentirme vulnerable por ello. La humildad para reconocer cuales son mis fortalezas y ofrecérselas para construir juntos. La serenidad para que enseñarle a observar, a prestar atención, a imaginar, jugar, abrazar… Y la firmeza para no dejarle caer cuando se equivoquen, para que reconozcan en el error la oportunidad y sigan adelante, hacia sus metas, hacia sus sueños.
Acompañar, para descubrir qué es lo que les apasiona, lo que les hace vibrar, fluir… Y desarrollar con ello su creatividad, su confianza en lo que son y en todo su potencial para alcanzar aquello que se propongan…Y es que cuando creamos, creamos oportunidades, posibilidades, ilusiones, caminos, retos. Vivir desde el talento es el mejor modo de contribuir a este mundo. Contribuir con aquello que mejor sabemos hacer, desde la pasión y la excelencia es crear un mundo mejor.
“¿Por qué contentarnos con vivir a rastras cuando sentimos el anhelo de volar?”  (Hellen Keller)
Acompañar para empoderar. Enseñarles que si son responsable de sus acciones pueden tomar las riendas de su vida y que tienes el poder de la elección. Eso otorga una fuerza y una seguridad tan grande, que desaparecen los miedos, y los errores se tornan oportunidades de crecimiento y aprendizaje. Y es que sentir que podemos elegir nos hace más felices, más plenos y más comprometidos con nuestra propia vida y los resultados.
“La actitud con la que afrontamos nuestra vida es la última de las libertades humanas“. (Víctor Frankl)
Uno puede crear un día de cualquier tamaño, y regular el amanecer y el ocaso de su propio sol, y el brillo de su resplandor” (John Muir).
Como padres, maestros, como acompañantes de vidas, el primer paso es conocernos y aceptarnos, para así poder acompañar a nuestros hijos, alumnos con el foco puesto en ellos. Así y sólo así podremos crear relaciones conscientes, humanas, respetuosas, comprometidas y responsables. Amar al otro es acompañarle gentilmente al encuentro con un mismo.
*’Educar con emociones’. Este es el nombre de la sección que hoy comienzo con este artículo, con ilusión y con el único propósito de alumbrar hacia otras direcciones, para que, juntos, podamos descubrir otros puntos de vista que quizás antes no habíamos visto o prestado atención. En un tema que me apasiona y en el que encuentro mi para qué. La educación y las emociones.

Autora: Julia de Miguel. El Emotional Magazine.

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