sábado, 23 de enero de 2016

YO EL PILOTO , TÚ EL COPILOTO: EL CONTROL EN LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS.



Navegando por internet me he encontrado este interesante artículo de Irene Iglesias, pedagoga  en Asturias, en la web Nunna Online, relacionado con las estrategias a utilizar en la educación de los hijos y esa combinación perfecta de emociones y firmeza a la hora de educar, espero que os guste al leerlo.
"El otro día en el parque mi amiga le decía a su hijo “venga vámonos que tenemos que cortarnos el pelo, el niño no hacía caso y seguía jugando. Así lo repitió varias veces a su hijo que se lo estaba pasando muy bien en el parque. Ella se acercó y me dijo “¿lo estoy haciendo mal? ¿tendría que llevármelo a cortarle el pelo?”. Yo la pregunté si tenía cita previa cogida y me respondió que no. Bien, entonces la dije: “es algo que tu debes de valorar, si prefieres que disfrute ahora en el parque y tienes posibilidad de ir otro día a cortarle el pelo o para ti sería mejor acudir hoy a cortarse el pelo, piénsalo porque depende de tus circunstancias”.
Esto es así, con niños pequeños, los padres son los que deben pilotar el avión de la crianza estando los menores en el asiento del copiloto (no en el de pasajeros), es decir: pudiendo tomar ciertas decisiones, opinando de las cosas, proponiendo acciones, tomando soluciones,… Pero el riesgo está cuando son los niños pequeños cuando se hacen cargo del avión. Si el niño del ejemplo anterior, hoy decide que prefiere jugar en el parque, mañana que está muy entretenido haciendo un puzzle, al siguiente que está viendo su programa favorito… se está convirtiendo en la persona de la familia que decide, ocasionando una relación fraternal nada sana ya que estaría siendo un estilo de crianza permisivo.

Pero el pilotaje del avión no corresponde llevarlo siempre a los padres, será en la etapa de la adolescencia cuando vayamos cediendo el asiento y pasando nosotros al del copiloto “para apoyar y orientar cuando sea necesario, mientras alientan a sus hijos a ser pilotos responsables y capaces” (Jane Nelsen), para ello debemos conocer a nuestros hijos y tener confianza en ellos. Pero para llegar a este punto será necesario haber creado una relación positiva con ellos.

Pero no nos adelantemos a la adolescencia, porque hemos de poner los cimientos de esta relación y para ello tenemos que tener claro cuando, en estas tomas de decisiones, estamos siendo permisivo o autoritarios o por el contrario estamos consiguiendo una armonía en la firmeza con respeto. Pongamos más ejemplos:

  • La hora de la ducha o el lavado de dientes. Somos los padres quienes controlamos que esto se haga, podemos tener ya unas rutinas establecidas para ello, pero si no es así tendremos que poner en marcha estrategias para que el aseo general o bucal se lleve a cabo. Para ello el niño puede tomar muchas decisiones: se baña o se ducha, se mete en el agua con un coche o un tractor, le baña (aclara) papa o mama,… el niño puede situarse en el lado del copiloto tomando algunas maniobras pero quien decide que ha de asearse porque le conviene es la madre/padre y no podemos dejar que el niño tome la decisión de no bañarse o lavarse los dientes.

  • La hora de ponerse ropa. Los padres controlamos el tiempo atmosférico, las actividades que va a realizar en el día… para poder organizar qué se puede poner el niño, pero el copiloto puede tomar ciertas maniobras como: que camiseta prefiere, que escoja su propia ropa interior, ofrecerle dos prendas y que decida entre ellas…

  • La hora de la comida. Aquí muchos padres/madres me consultan sobre este tema porque hay niños con dificultades para que coman y progenitores que se preocupan mucho de que no ingieran nada y ante esto ceden en muchas decisiones que no son sanas, saludables, equilibradas y óptimas tanto en la alimentación como en la crianza. El piloto del avión (padres) son los que llevan (o deberían ) un menú equilibrado ya que saben que en la familia se ha de comer pastas, legumbres, carne, pescado, fruta… pero puede confeccionar el menú con ayuda del copiloto, quien puede decir qué pescado poner y como le apetece que se preparé (a la plancha, al horno, en salsa, rebozado…), que tipo de verduras poner y como cocinarlas…. Pero el piloto (padres) no pueden ceder su avión a los menores y dejar que coman menús alternativos o casi siempre lo mismo. Se han de buscar estrategias democráticas para que tanto la alimentación como la crianza sea equilibrada y no sea el menor el que tome decisiones ya que el avión no podrá tener buena estabilidad así.
EN EL AULA

Ahora pensemos en el aula: que pocas veces utilizo estrategias para motivar, alentar y potenciar las capacidades cognitivas y habilidades de mis alumnos. En el aula el profesor es el piloto y los alumnos siempre están de pasajeros, esto debemos de cambiarlo, deja que tus alumnos pasen a estar en el asiento del copiloto, esto aumentará la capacidad de aprender, se sentirán miembros del aula, se sentirán tenidos en cuenta y escuchados… me estoy refiriendo a cosas como:


a) Proponer dos o tres tareas y que escojan una para realizar en casa, dar opciones para que los alumnos tomen decisiones de cual les gusta más.

b) Hacer preguntas al aire y que ellos intenten encontrar las soluciones.

c) Cuando un alumno me pregunta algo no adelantarme en dar la respuesta y dejar que intenten buscar #68dbd7, o alguna que se acerque a la verdadera.

d) Potenciar que aquellos alumnos mas retraídos, que tardan más en terminar las frases o encontrar las respuestas puedan participar. No dar la palabra siempre a los mismos (los más rápidos, con más ideas,…) sino potenciar al resto de alumnos que si no participan o no se les da la oportunidad seguirán siendo alumnos desmotivados, retraídos y con sentimientos de incapacidad.

e) Hacer preguntas. Cuando he pedido algo y veo que los alumnos no lo hacen, en vez de ordenar de nuevo, enfadarme, comenzar a perder los nervios… mejor para y haz la pregunta en alto: ¿Qué acabo de pedir?, ¿alguien se acuerda que acabo de decir?…

Por que, qué resultados podemos tener si no damos ninguna oportunidad a los niños de tomas de decisiones y por lo tanto son los pasajeros del avión, no pudiendo estar en el asiento del copiloto:

  • Niños que no saben dialogar, ni respetar el turno de palabra, ni escuchar lo que los demás dicen, ni respetar distintos puntos de vista…
  • Niños introvertidos, inseguros, pasivos en respuestas y acciones.
  • Niños que como nadie ha contado con ellos, no suelen contar con nadie, se aíslan, no comunican nada, son retraídos, no saben dialogar y todo se lo guardan.
  • Niños que no sabrán gestionar sus emociones porque no han aprendido a utilizar la palabra, a decidir cosas, a hablar de sentimientos …
Y qué resultados tendríamos si es el menor quien se sienta en el asiento del piloto y toma la mayoría de las decisiones:
  • Niños tiranos que solo quieren que se les escuche, que hagan lo que ellos quieren y piden.
  • Niños que no son respetuosos solo exigen cosas y quieren que todo gire a su alrededor
  • Niños que no saben lo que es esperar, la frustración por algo,…
  • Niños que no son capaces de tolerar que otros le lleven la contraria en una opinión o decisión.
  • Niños que no respetan a los demás y sus decisiones
  • Niños que no saben escuchar.
Ahora que podemos tener una visión más clara, podemos poner en práctica ejemplos de mensajes respetuosos, con toma de decisión y de diálogo con los niños, os dejo alguna:
  • Me gustan tus ideas.
  • Seguro que encuentras una solución.
  • Dime cuál es tu opinión. Me interesa.
  • Seguro que entre los dos podemos encontrar una solución
  • Se que puedes encontrar una solución acertada
  • Piensa en una solución útil, yo estaré esperando escucharla.
Ahora me gustaría agregar un comentario adicional a lo escrito por Irene. Jane Nelsen dice en su libro que es importante que entendamos que los niños de hoy en día son diferentes y por lo tanto los métodos de control antiguos no funcionan. Es muy importante que comprendamos nuestra obligación de proporcionar a los niños las oportunidades para que los niños desarrollen responsabilidad y motivación.
Con todo esto quiero decir que si dejamos que nuestro niño sea el copiloto de nuestro avión, le haremos entender que juntos formamos un equipo, que el es importante en nuestra vida y en la toma de decisiones y el tendrá:
- Una buena percepción de sus capacidades personales: “Soy capáz”
- Fuerte percepción de la importancia de las relaciones primarias: “Contribuyo, participo; soy necesario”
- Fuerte percepción de poder e influencia sobre la vida: ” Puedo intervenir en lo que me sucede”
- Desarrollará una fuerte habilidad interpersonal: Comprender las emociones personales y el trabajar con otros para desarrollar la amistad a través de la comunicación, negociación, empatía y saber escuchar.


Visto en : Nunnaonline.com


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