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domingo, 22 de septiembre de 2019

JUEGOS Y ACTIVIDADES DE OTOÑO PARA COMPARTIR EN FAMILIA.



Hola de nuevo!

Tras meses sin publicar nada por aquí..... conciliar vida familiar, laboral y poco tiempo libre,  hace que me sea a veces imposible.

No me olvido de mi blog  y en el curso pasado subí algunas  cosas por  la cuenta de Instagram.

Intentaré seguir por aquí y compartir noticias, materiales, recursos que nos pueden interesar, dicho esto.... la entrada de hoy está dedicada al Otoño ,que llega mañana .

Me encanta esta estación del año, ¿os habéis dado cuenta de cuántas cosas podemos hacer con nuestros peques? Os dejo una serie de juegos y actividades que os pueden dar muchas ideas.

  1. Abrid los ojos y descubrid lo que la naturaleza os cuenta. Todos sabemos que en otoño las hojas se tornan marrones y caen pero ¿habéis mirado alguna vez con curiosidad lo que realmente os ofrece la naturaleza en esta época del año?. Así que salid a la calle y mirad: mirad para arriba, para el medio, para abajo, para arriba y abajo; y jugad a descubrir qué cosas van pasando día a día en vuestro entorno inmediato.
  2. Recolectad hojas. Un paseo de vuelta del colegio y/o por el campo puede ser una buena ocasión para ir recolectando hojas diferentes, de árboles diferentes para llevarlas a casa y observarlas luego en familia, pero descubriendo en el lugar cómo son esos árboles, qué características y diferencia entre ellos tienen… Hasta podrías llegar a comparar cómo son los árboles de la ciudad y los del campo… Seguro que llegáis a varias conclusiones interesantes.
  3. Organizad un paseo por el campo. La naturaleza nos ofrece un lienzo lleno de colores mágicos que se han de ver en vivo y en directo. Y son mágicos porque van cambiando semana a semana. Organizad con la familia una salida al campo con una ruta sencilla o que sea simplemente para ir a tomar un picnic hecho por vosotros y disfrutad del paisaje sin más. Puedes crear una tradición familiar donde cada comienzo de estación vayáis al mismo sitio a ver cómo se encuentra la naturaleza en esa época del año.
  4. Recoged frutos. Este mes es el mes de las castañas, los piñones y las nueces, entre otros frutos. Es una oportunidad perfecta para ir al campo y buscar castaños, pinos piñoneros y nogales, (uno por vez mejor, así os podéis concentrar en cada árbol). Si hay algo que me gusta, es que mis hijos sepan de dónde vienen las cosas y qué se hacen con ellas. Pues esta es una gran oportunidad porque tanto las castañas como los piñones y las nueces están escondidos y podemos jugar a descubrirlos, a buscarlos y atraparlos; jugar a distinguir los árboles y a comenzar a llamarlos por sus nombres…
  5. Jugad a crear instalaciones efímeras de Land Art. Al caer las hojas y los frutos tenemos, en esta época del año, los materiales naturales a nuestros pies. Pues qué mejor idea de crear nuestra propia obra de arte en la naturaleza y dejarla para que otros se la encuentren y puedan disfrutar. Dejad volar la imaginación y trabajad en equipo para que el disfrute sea compartido; recordando siempre que lo más importante es el proceso y no el final!
  6. Jugad con los colchones o la lluvia de hojas. Las hojas forman gustosas alfombras en el suelo que tanto pueden servir para tumbarnos sobre ellas como para hacerlas volar y crear nuestra propia lluvia de hojas otoñales. A los niños les encanta y casi, casi lo hacen instintivamente. Seguramente que te vean a ti disfrutando de este momento, será su gran regalo.
  7. Visitad un huerto. Procura acercaros a algún huerto para poder descubrir cuales son las hortalizas, verduras y frutas de temporadas. Hoy en día hay muchos huertos ecológicos que abren sus puertas para enseñar su cosecha y descubrir las maravillosas formas de las calabazas, los boniatos, berenjenas… Y os podéis llevar una buena cesta para cocinar en casa.
  8. Organizad una búsqueda de tesoros otoñales. Descubre el por qué es interesante este tipo de juego e inspírate en la plantilla gratuita de búsqueda del tesoro, adaptándola a esta estación. Seguro que es un muy buen aliciente para ellos para ir a la montaña.
  9. Organizad una búsqueda de colores en la naturaleza. Como verás más abajo, cada estación tiene unos colores característicos que a veces los niños y niñas nos sorprenden con más colores y gamas de los que nosotros tenemos concebidos. Por eso, esta actividad te la recomiendo hacer después de realizar la rueda de las estaciones así puedes poner gran parte de los colores del otoño que hayáis detectado. La idea es crear un soporte con los colores de temporada a buscar y salir en busca de ellos como te explicaba en esta actividad de «educar la mirada».
  10. Salid a la calle a jugar con los charcos. El otoño tiene días de lluvia con una temperatura agradable donde poder salir fuera, bien preparados para jugar con la lluvia y todo lo que ella trae.  La importancia de transmitir una sensación positiva con respecto a la lluvia, porque en realidad en nuestro país, cuando llueve: hay que salir a celebrarlo.
  11. Explorad qué pasa con los insectos y los animales en esta época. Hay un cambio considerable, sobre todo en lo que a insectos se refiere, con respecto al verano. ¿Seréis capaces de descubrir cuáles son los animales e insectos que están visibles en otoño? ¿Y qué les está pasando a ciertas aves que van volando en formación por el cielo?
  12. Degustad los arcoiris. Después de la tormenta sale el sol y muchas veces en esta época, la naturaleza nos regala como broche final de la lluvia, unos arcoirirs espectaculares. Así que a poner atención y degustar esos momentos de forma mágica.
  13. Títeres otoñales.  Contar historias y recurrimos a cualquier cosa como pretexto para contarlas. Pues qué te parece buscar los recursos de la naturaleza como hojas, palos, frutos para contar una historia allí mismo. A ellos les encantará y estarás siendo un muy buen ejemplo de como encontrar soluciones en momentos inesperados.
  14. Observad vuestros tesoros otoñales. De los paseos por el exterior y los tesoros que encontraréis, podéis buscar un momento para observarlos, sentirlos y explorar sus diferencias y similitudes. Te propongo que traigas una lupa y una cartulina blanca (por si la mesa es de otro color), dejar cerca también una libreta y unos lápices por si de la exploración quieren pasar a la interpretación de esas formas.
  15. Jugad a clasificar el material. Ofrece cestos donde puedan ir guardando sus tesoros clasificados (aunque ten en cuenta que la clasificación cada uno la puede entender a su manera, así que abre bien los ojos para descubrir cuál es la de cada uno).
  16. Cread material didáctico otoñal  Por ejemplo con una hoja de color otoñal, castaña, calabaza, boniato, piñones, nueces… Vaya que la idea es ir haciendo fotos a cada tesoro y diseñar unas sencillas cartas (plastificadas) para tener en casa junto a cada elemento real. Estas cartas luego pueden servir para ir comparando las temporadas. También puedes crear plafones con las diferencias de cada árbol. Por ejemplo un castaño: donde aparezca la hoja, el erizo, el fruto… Como si fuera una lámina naturalista pero hecha de piezas reales.
  17. Cread material decorativo. Podéis utilizar las hojas para pintarlas, crear guirnaldas con hojas sencillas como las de Alisa Burke o combinando hojas, frutos, frutas,.. Imaginación al poder.
  18. Cread un rincón o mesa de otoño en algún espacio común de la casa. Es una actividad muy característica de la pedagogía Waldorf que da importancia a los ritmos de la vida, procurando ofrecer experiencias para que el niño y la niña se sitúe en el tiempo, viva los cambios naturales y forme parte de los acontecimientos. Un poco lo que estamos viendo, va en esta línea, y en este caso específico te propongo crear vuestra mesa de estación. Podéis poner vuestros tesoros, los plafones de los árboles y las cartas creadas, adornarla con vuestras creaciones y buscar libros infantiles que hablen de esta época del año .
  19. Crea un Atelier inspiración Reggio Emilia con arcilla o pasta de sal y los elementos naturales que tengáis por casa. La idea es ofrecer ese material clasificado que habéis encontrado en la naturaleza junto a trozos de barro o pasta de sal. Colócalos sobre una mesa que no tenga más estímulos que estos materiales como provocación. A partir de aquí deja que se relacionen con el material y a ver qué surge.
  20. Cocinad recetas en familia con comida de temporada. Buscar un recetario de los de siempre o preguntar a los abuelos qué podéis hacer con los alimentos de los árboles y del huerto de esta temporada y cocinar en familia ese plato especial y hacer de esa comida, un momento único en familia, ideando una mesa especial (tenéis mucho material para decorar).
  21. Celebrad las fiestas tradicionales. En cada región habrá una fiesta tradicional que celebrar.  Pues integra aquellas fiestas que te gusten o que gusten a la familia (aunque a veces a los adultos no nos gusten tanto) y hacer del momento una celebración familiar compartida y divertida. 
  22. Cocinad recetas dulces para las tardes de otoño. Comienzan a acortarse las tardes y a refrescar esto me lleva a pensar a cambiar el ritmo, a meternos en casa y disfrutar del hogar. Y siempre, siempre me viene a la mente el hacer galletas. 
  23. Explorad el tema arcoirirs. Después de degustarlo en directo, en casa podéis investigar el por qué sucede, buscar cuentos o historias relacionadas como la que al final del arcoiris se encuentra enterrada la olla llena de oro de los Leprechaun (duendes irlandeses), buscar de qué forma podéis crear arcoiris en casa (hacer una lluvia de ideas) y probar de hacerlo…
  24. Haced harina de mandarina. Es la época de las mandarinas , así que guardamos las pieles de las mandarinas para secarlas y convertirlas en una harina de mandarina que la utilizamos para jugar, ya sea como elemento de juego en la cocinita o como bandeja sensorial. 
  25. Seguro que con esto ya tienes donde empezar a disfrutar del otoño con tu familia de manera lúdica, divertida y respetuosa. 
Todas estas ideas han sido sacadas de la web rejuega.com , muchísimas gracias  Yessica por tantas actividades y juegos otoñales para disfrutar con nuestros peques.


sábado, 3 de marzo de 2018

PREPARADOS...LISTOS...YA! GUÍAS PARA EL DESARROLLO DE LA COMUNICACIÓN.




Os presento tres guías dirigidas a padres para el desarrollo de la comunicación con sus hijos, realizado por la FEAPS de Murcia.

1ª Guía. Preparados para comunicarnos.
2ª Guía. Listos para comunicarnos.
3ª Guía. Ya nos comunicamos.

 La importancia de la familia en el desarrollo de la comunicación, el estar atentos , el interacciones con ellos, jugar, hablarle , cantarle... estar ahí es primordial para el desarrollo del lenguaje de nuestros hijos. Estas guías nos aportan una serie de preguntas y consejos a tener en cuenta.





LA ERA DE LOS BEBÉS MONITORIZADOS.




Pañales que alertan de riesgo de deshidratación o de infecciones de orina, ropa interior que mide la temperatura, los patrones de sueño o la frecuencia cardíaca, biberones que monitorizan cuánto y a qué velocidad se traga, sillitas con alertas antirrobo y antiolvido, carritos que se conducen desde el móvil, chupetes termómetro, mecedoras programables, orinales conectados a una tableta, traductores de llanto... El universo de dispositivos y productos “inteligentes” para bebés y familias no para de crecer y de diversificarse.



Tampoco es de extrañar, visto el ritmo al que se han introducido las pulseras, relojes y otros dispositivos para monitorizar la actividad entre los jóvenes de 24 a 35 años. Según el informe Connected Life de TNS, en el último año la penetración de los wereables o accesorios tecnológicos ha pasado del 8% al 15%, y es mayor en esa franja de edad. Y cuando los padres están acostumbrados a medir sus constantes vitales para mejorar su día a día, es más que probable que deseen monitorizar también las de sus hijos, especialmente en los primeros meses de vida, cuando se dispara el deseo de control y de seguridad en todo lo relacionado con el recién nacido. Eso hace que se haya creado un mercado emergente y que, visto que las ventas de este tipo de productos no paran de crecer, los pediatras hayan comenzado a mostrar su preocupación y a desaconsejar públicamente su uso, sobre todo de los monitores fisiológicos. 


Miembros de la Academia Americana de Pediatría (AAP) y diversos investigadores del ámbito de la pediatría han advertido en un artículo publicado en JAMA, la revista de la Asociación Médica Estadounidense, que ninguno de esos dispositivos que prometen controlar la respiración, la frecuencia cardíaca o los niveles de oxígeno del bebé están probados ni autorizados como dispositivos médicos y hay poca evidencia que sugiera que son seguros o eficaces. Denuncian que el márketing de estos productos juega con la ansiedad de los padres y el miedo al síndrome de la muerte súbita del lactante, sugiriendo que esos sensores se pueden usar para controlar al bebé mientras duermen. Sin embargo, la AAP asegura que no hay evidencia alguna de que esos monitores reduzcan el riesgo de muerte súbita, mientras que sí está probada la eficacia preventiva de recomendaciones médicas como la lactancia materna, el dormir bocarriba o evitar el humo del tabaco. Los pediatras también enfatizan que, “con demasiada frecuencia”, los padres asumen que todo lo que está a la venta es o debe ser seguro para sus hijos. 


Los autores del artículo publicado en JAMA recuerdan que tras los calcetines, pulseras, pañales, bandas y demás artilugios que incorporan sensores con capacidad de monitorizar la respiración, el pulso o la saturación de oxígeno y de generar alarmas para la apnea, la taquicardia o la bradicardia, lo que hay es un lucrativo negocio. Ponen como ejemplo que del calcetín inteligente Owlet Baby Care –que promete avisar a los padres si el bebé deja de respirar– se han vendido más de 40.000 unidades a 250 dólares, lo que implica una facturación de 10 millones de dólares (unos 9,3 millones de euros).


“En este pujante mercado se mezcla el boom tecnológico, el inmenso negocio que envuelve desde siempre todo lo relacionado con los bebés, y la obsesión de los padres por controlarlo todo; detrás de muchos de estos dispositivos en muchos casos hay empresas que, al rebufo de las nuevas tecnologías y la microfinanciación, aprovechan para vender productos basados en la preocupación y la angustia de los padres”, reflexiona Santiago García-Tornel, pediatra asociado del hospital Sant Joan de Déu. 

Y asegura que hay tres grandes razones para desaconsejar el uso de todos estos dispositivos de control. De entrada, no está demostrado por ensayos clínicos que sirvan de algo desde el punto de vista médico. En segundo lugar, porque lejos de reducir la preocupación de los padres puede disparar su angustia porque se producen falsas alarmas. Y, por último, porque muchos padres pueden confiarse y descargar en la tecnología el trabajo de supervisión que les corresponde. “Para controlar al niño no hace falta ningún artilugio; lo que hace falta es que los padres lo vigilen con la vista, el oído y el tacto”, enfatiza García-Tornel. Y explica que incluso en familias que han sufrido la muerte súbita de un hermano se desaconseja poner un monitor médico al bebé fuera del ámbito hospitalario porque se ­disparan falsas alarmas y provoca más sustos y ansiedad que be­neficios.


Amalia Arce, vocal de la Sociedad Catalana de Pediatria, tampoco cree aconsejable que los padres monitoricen a los bebés. “En un bebé normal no es necesario controlar los parámetros fisiológicos, y en los que tienen problemas, los médicos, desde los hospitales, ya dan a los padres las herramientas para hacerlo”, apunta. Y coincide con García-Tornel en que, más que comprar artilugios para vigilar o supervisar a los niños, lo que han de hacer los padres es estar alertas y vigilarlos, cogerles y mirar como están “porque no hay ayuda tecnológica que sustituya la necesaria vigilancia, contacto y apego de los padres”.

Los pediatras comentan que muchos padres compran estos dispositivos buscando seguridad y tranquilidad pero, para algunos, es peor el remedio que la enfermedad porque se obsesionan con variaciones normales de la temperatura, la frecuencia cardíaca o respiratoria y se dispara su ansiedad cada vez que reciben una alerta o informe de los latidos o movimientos de su bebé. Los hay que incluso se dedican a buscar diagnósticos por internet en función de los datos que registran, o que acuden a la consulta médica con un extenso informe de cuánto, cómo y cuándo come y evacua el niño sin que esa información resulte relevante para el pediatra ni para el buen desarrollo de la criatura. “Son padres helicóptero que tratan de controlarlo todo y de resolver todos los asuntos de su hijo, y no hace falta tanto control, la crianza es más sencilla que todo eso”, indica García-Tornel.

Arce, por su parte, opina que este tipo de padres ha existido siempre: “Lo que es nuevo es controlar la fiebre, las tomas de leche o las deposiciones a través de una aplicación del móvil, pero no el hecho de registrarlo, porque antes nos venían con hojas de Excel”. A su juicio, los dispositivos desaconsejables son los encaminados a medir parámetros fisiológicos porque pueden generar cierta angustia o crear una falsa sensación de control. Sobre el resto –las aplicaciones para registrar los biberones, las sillitas de paseo que incorporan música o las mecedoras que prometen reproducir los movimientos y sonidos del útero para calmar al bebé, entre otros– cree que no cuentan con evidencia científica alguna que avale sus ventajas pero forman parte del mercado de “cachivaches” que acompaña a cualquier bebé y pueden resultar atractivos o prácticos para los padres más tecnológicos.

García-Tornel coincide en que hay aparatos que pueden contribuir a tranquilizar al bebé o a distraerlo mientras los padres están ocupados, y otros que pueden ser útiles para vigilarles cuando no están en la misma habitación, pero recuerda que los médicos desaconsejan el uso de tabletas y pantallas con niños menores de dos años, lo que llevaría a descartar algunos de los artilugios en el mercado.


Autora: Mayte Rius.
Visto en : lavanguardia.com

martes, 10 de octubre de 2017

EL GRAN ERROR DE YA HABLARÁ... NO TE AGOBIES...




Cuántas veces hemos escuchado " Ya hablará es pequeño..", desde mi experiencia en los EOE tengo que decir que la detección temprana de retrasos en el lenguaje es importantísima para prevenir dificultades que nos llegan en la etapa de primaria tanto de lenguaje como de lectoescritura o para la detección de Trastornos de Lenguaje.

Si no se expresa bien, si no comprende bien,  los padres y tutores de infantil son los primeros en dar la voz de alerta y sí debemos de escucharlos como especialistas, también es cierto que la falta de recursos a nivel educativo hace que muchos casos no se puedan atender como es debido y es una pena porque cuántas dificultades de aprendizaje, cuántos problemas de conducta nos ahorraríamos si se invirtiera en más recursos para atender desde infantil las alteraciones del lenguaje.



Si dejamos pasar el tiempo desde que se detecta un caso, sin  un seguimiento, asesoramiento  donde observamos que hay un desfase en el lenguaje ( ya sea expresivo, comprensivo o ambos)  podemos encontrarnos con  padres con sentimientos de culpabilidad pensando qué pudieron hacer y niños frustrados porque no son entendidos.

Lo principal a tener en cuenta es que el niño tenga intencionalidad comunicativa, para hablar, hay que querer comunicar , desde casa hay que potenciar la  intencionalidad comunicativa , ya sea con su mirada, sonidos, gestos.... ya que favorecerá su desarrollo y su aprendizaje.

Cuando un padre detecta un cierto desfase en su hijo en la mayoría de los casos acierta, orientarle a que ya hablará es caer en un error, debemos observar, evaluar, asesorar y hacer seguimiento de ello, Muchos de estos niños necesitan una intervención breve que es el empujón necesario para tener un desarrollo normal otros necesitarán una intervención más larga .

Si nos ponemos en el lugar de un niño que no lo entienden pero que quiere comunicarse , llega a frustrarse , desencadenando irritabilidad, mal comportamiento o decidiendo no hablo porque no me entienden.

No todos los casos son iguales pero si se detecta, debemos seguir su evolución   ya que es fundamental para prevenir futuras dificultades.



jueves, 28 de septiembre de 2017

CÓMO ESTIMULAR EL DESARROLLO DEL LENGUAJE EN NUESTROS HIJOS DE 0-4 AÑOS.

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A través del Colegio Oficial de Logopedas de Andalucía , nos dejan este documento basado en el libroBABYTALK “El libro pionero y decisivo para ayudar a los niños en el lenguaje y la comunicación”. Dra. SALLY WARD. Ed: Debate)

Se nos dan una serie de pautas para estimular el lenguaje por edades , cómo debemos hablarle , qué preguntas formular, qué juegos debemos desarrollar con ellos.

Es importantísimo que le hablemos a nuestros hijos, aprenden a hablar escuchando a hablar , dedicar un tiempo al día centrados en ello, sin móviles,sin tablets, sin tv , hablando con ellos que sea un tiempo de calidad mirando a los ojos de nuestros  hijos , es una etapa importantísima que debemos estar presentes.


Visto en: http://www.coloan.org

miércoles, 27 de septiembre de 2017

GUÍA PRÁCTICA DE PRIMEROS AUXILIOS PARA PADRES.

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Guía práctica de primeros auxilios que nos será muy útil a los padres para abordar algunas situaciones que nos preocupan, pediatras de Hospital Infantil Universitario de Niño Jesús de Madrid son los autores y nos la presentan así:


"Esta Guía práctica de primeros auxilios para padres está escrita para ayudaros. Describe de una manera sencilla y práctica cómo se deben abordar algunas de las situaciones que más os preocupan, bien por su frecuencia o por su aparente gravedad. Reconocer algunos síntomas que pueden ser graves o iniciar el tratamiento in situ, donde está el niño, pueden ser importantes para evitar la progresión de la enfermedad, unas veces, y otras para evitar el innecesario traslado a un centro sanitario.

Los autores de esta guía somos pediatras con muchos años de experiencia, pertenecientes al Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, de Madrid, uno de los centros con más prestigio y número de enfermos pediátricos de España. "

Dr. Juan Casado Flores 
Dra. Raquel Jiménez García 

jueves, 9 de febrero de 2017

OCHO CONSEJOS PARA PADRES CON GRUPOS DE WHATSAPP DEL COLE.




Que tu hijo vaya al cole no significa solamente cargar con mochilas, deberes, meriendas y tardes en el parque. En cuanto tu pequeño ponga un pie en su escuela (y hasta que salga camino del instituto, si no de la universidad) te va a empezar a caer encima una potente losa: los grupos de WhatsApp.
Quien lo sufrió lo sabe. Los padres de los demás compañeros de tus hijos querrán estar al día de lo que pasa, de tareas que no están claras, de la fecha de una excursión o de qué hay que llevar a la próxima representación. Si bien es cierto que los chats pueden convertirse en una herramienta útil, también pueden llegar a ser un tremendo engorro cuajado de mensajes inacabables y poco adecuados a horas intempestivas.
Ahora la app de grupos para padres qids da una serie de consejos útiles para quienes se enfrenten a esos multitudinarias plazas de pueblo en las que se han convertido los chats. Las claves: el respeto y la privacidad.

VISTO EN:http://www.huffingtonpost.es

viernes, 3 de febrero de 2017

NUEVAS TECNOLOGÍAS EN FAMILIA. CONSEJOS PRÁCTICOS 2.0




Desde el Gobierno de Aragón, nos dan una serie de consejos prácticos sobre las nuevas tecnologías y cómo las familias deben abordar este tema que está tan presente en nuestro día a día. Muy interesante esta serie de consejos.



miércoles, 18 de enero de 2017

TABLETS, MÓVILES Y NIÑOS.


Comparto con vosotros un artículo muy interesante, del neuropsicólogo Nacho Calderón, sobre el abuso de las tecnologías en los niños. Me muestro al igual que él muy crítica respecto a este tema, porque cada día se van viendo las consecuencias en nuestros niños de tal abuso de tablets y móviles a edades muy tempranas. Nacho nos cuenta lo siguiente:
"La presencia en nuestras vidas de dispositivos electrónicos que utilizan internet (teléfonos móviles y tablets) es, a todas luces, inevitable – lo cual no es malo – pero su uso está rápidamente alcanzando dosis que nadie puede negar que constituyen un abuso.
Me gustaría compartir con ustedes las observaciones que a lo largo de los últimos años he podido hacer desde el privilegiado sillón de neuropsicólogo infantil (y por tanto terapeuta de familia).
Siempre me he mostrado muy crítico del abuso que se ha estado haciendo de la televisión. Sus efectos han sido marcadamente nocivos y son numerosísimos los estudios que lo demuestran. Inocentemente durante mucho tiempo pensaba que la televisión y los móviles o las tablets eran equivalentes, que sus efectos eran comparables. Desgraciadamente los efectos de éstos últimos son mucho más nocivos.
De la televisión siempre he dicho que es nociva en un doble sentido:
  1. Por el efecto hipnótico que ejerce, reduciendo las conexiones entre la corteza prefrontal (parte pensante del sistema nervioso) y el resto del encéfalo hasta niveles básicos de supervivencia. Por eso es tan descansado ver la televisión, por eso tantos adultos al llegar la noche decimos (me incluyo) “Estoy tan cansado que sólo quiero ver la televisión”. La pantalla ejerce un efecto hipnótico de tal calibre que literalmente dejamos de pensar (actividad que consume una gran cantidad de oxígeno) y pasamos a procesar la información que llega a través de nuestros ojos de a unos niveles insultantemente básicos. Por cierto, cuanto más tiempo se está expuesto a este efecto hipnótico, más difícil resulta salir de él.      
  2. Por lo que ver la televisión impide. Mientras se está viendo la televisión no se hacen otras cosas mucho más productivas. En el caso de los niños, particularmente, la televisión les impide estar jugando, que es la función más importante para el desarrollo del sistema nervioso. Hoy en día las habilidades de juego de los niños se han reducido gravísimamente.
Como dijo un filósofo  en un debate sobre la televisión “Yo no tengo televisión porque me quita mucho más de lo que me da”
Estos dos efectos nocivos de la televisión siguen siendo verdad cuando nos referimos a los teléfonos móviles y las tablets, pero debemos ahondar de manera más concreta.
La luz azul que emiten esos dispositivos ejerce un efecto hipnótico mucho más potente sobre nuestro sistema nervioso, de ahí que su poder adictivo sea mucho mayor que el de la televisión. Es mucho más difícil desengancharse – sea tras un uso puntual, o sea desde la adicción – de esos malditos aparatos que de lo que ya de por sí es desengancharse de la televisión. El pasado 1 de junio de 2016 el Instituto de Estudios Familiares – Family Watch – publicó un artículo en el que demostraba el incremento de la violencia de hijos hacia padres y cómo esta violencia está mediatizada en gran medida por el mal uso de los dispositivos electrónicos – el enfrentamiento entre los padres y los hijos es mucho más intenso cuando el tema de discusión es el teléfono móvil, la tablet o similar que por cualquier otra cuestión.
Creo que la página web del Family Watch debería ser la cabecera de internet de cualquier padre o profesor. http://www.thefamilywatch.org/.
Una de las grandes diferencias que existen entre la TV y los dispositivos con conexión a internet es la “interactuación”. La televisión – al menos la tradicional, la que no tenemos conectada a internet – implica una pasividad por parte del sujeto, solo puede verla, mientras que los móviles o las tablets permiten “bucear”, buscar, cambiar, jugar, responder, etc. A priori esta es una gran ventaja. El usuario tiene un control sobre qué hacer, no hay una pasividad tan apabullante.
Sin embargo, en mi experiencia esa capacidad para buscar, para interactuar, se convierte, en algunos casos, en el peor enemigo. A menudo veo niños que, aún sin saber leer, sin ni siquiera edad para hacerlo, son capaces de dominar una tablet al grado de entrar en la página web de su elección – con frecuencia YOUTUBE – y encontrar el video de su elección. Impresionante podríamos concluir. El problema es que rara vez el niño termina de ver ese video. Antes de que acabe ya habrá seleccionado otro de la lista que aparece a la derecha de su pantalla, y así hará, sucesivamente, saltando de un video a otro, sin terminar de ver ninguno de ellos.
En el extremo más patológico he visto jóvenes con diagnóstico de autismo enganchados a una determinada escena – de entre 5 y 25 segundos de duración – y repitiendo esa maldita escena durante horas. La rebobinan y vuelven a ver, constantemente.
Conozco un joven que es capaz de poner esa misma escena, de manera perfectamente sincronizada en tres dispositivos diferentes, produciéndole unos niveles de excitación orgásmicos.
No digo que las tablets o los móviles produzcan autismo, ni mucho menos, pero sin duda agravan y potencian los síntomas característicamente autistas.
Sin llegar a ese tipo de patología, lo que es indiscutible es que las tablets y los móviles están haciendo estragos en dos áreas muy concretas:
  1. Están reduciendo la capacidad de atención de los niños de manera dramática. La maldita luz azul que emiten esos dispositivos ejerce tal nivel de estimulación en el sistema nervioso que cuando se le requiera de nuevo atender de manera sostenida va a exigir niveles semejantes de estimulación, como ningún profesor, al menos hasta la fecha, es capaz de emitir una luz semejante, le va a ser muy difícil atraer y mantener la atención de sus alumnos. Pregunten a cualquier profesor con más de 10 años de experiencia en enseñanza infantil o primaria si la enseñanza de hoy es igual a la de hace diez años y si es más fácil o más difícil enseñar. Si van a hacer la pregunta, les recomiendo que reserven un buen rato para hacer una escucha atenta de una situación dramática.
Si, las tablets y los teléfonos móviles están produciendo déficit de atención. Estamos llenando las aulas de anfetaminas (concerta, rubifem, stratera, etc.), pero mientras sigamos llenando sus vidas de horas de pantalla, va a ser muy difícil que dicha medicación no siga aumentando sus índices de venta.
  1. Está reduciendo la socialización – el encuentro persona a persona – entre los niños y los jóvenes. Hoy en día es frecuente ver en plazas, restaurantes y parques a un grupo de niños mirando lo que hace otro en su móvil. No hablan, no juegan, solo miran lo que hace otro. Si son varios los que tienen móviles, se sientan en fila, uno junto al otro y se dedican a jugar en paralelo.
Recientemente me contaba la madre de un chico de 12 años que los niños de su clase ya no quedan en una casa los viernes o los sábados, en su lugar, quedan a determinada hora para conectarse a través de internet, con un determinado juego, cada uno desde su casa, sin verse, y pasan dos o tres horas frente a la pantalla.
Sin duda cada día soy más viejo. Puede que no esté siendo capaz de seguir el ritmo de los tiempos, pero lo que no tengo duda es que lo que veo en la consulta, cada vez con más frecuencia, es particularmente grave.
Me dicen que no debo denostar los dispositivos en sí, que todo en su justa medida es positivo y lo nocivo es el abuso. Absolutamente de acuerdo. Pero admitamos que por cada matrimonio que sabe enseñar a sus hijos a hacer un uso adecuado de las pantallas, hay no menos de 20 padres que ni saben hacerlo, ni saben qué hacen sus hijos con esos dispositivos y, desgraciadamente, ni se plantean que deben cuestionárselo.
Por terminar con algunos consejos concretos que tanto gustan a esos matrimonios ávidos de recetas fáciles y rápidas sobre cómo educar:
  1. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia permitan el uso de pantallas (TV, tablet, móvil, o similar) antes de ir al colegio. Tampoco en el trayecto al colegio.
  2. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia permitan el uso de pantallas (TV, tablet, móvil, o similar) durante el desayuno, comida, cena o merienda. Tampoco papá debe estar viendo las noticias o el deporte cuando estamos sentados a la mesa.
  3. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia permitan el uso de pantallas (TV, tablet, móvil, o similar) antes de estudiar o hacer deberes.
  4. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia permitan el uso de pantallas (TV, tablet, móvil, o similar) en un restaurante, bar, o similar. Si no dejan comer tranquilos a la familia, NO se preocupe.  Así han sido siempre las comidas  en familia. Eso es hacer familia. Es una magnifica ocasión para educarles, no la desperdicie.
  5. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia permitan que el uso de pantallas (TV, tablet, móvil, o similar) sustituya los juguetes, el deporte, salir con amigos o ir a ver a los abuelos.
  6. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia regale una tablet, un teléfono móvil, o similar a una persona menor de 14 años. Si se lo quieren comprar sus padres, allá ellos, tienen derecho a equivocarse, usted no.
  7. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia regale una tablet, un teléfono móvil, o similar a una persona mayor de 14 años sin antes consultarlo a sus padres.
  8. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia permita que una persona con un desarrollo neurológico no óptimo (con diagnóstico de déficit de atención, hiperactividad, retraso en el desarrollo, autismo, trastorno del lenguaje, síndrome de Down, síndrome de Williams, o cualquier otro trastrono, genético o no, que afecte al sistema nervioso central) utilice una tablet o un teléfono móvil o similar más de 30 minutos seguidos. Nunca más de 90 minutos al día – y solo en días sin colegio.
  9. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia permita que una persona con un sistema nervioso en su punto álgido de desarrollo neurológico (cualquier niño entre los 0 y los 7 años) utilice una tablet o un teléfono móvil o similar.
  10. Nunca, jamás, bajo ninguna circunstancia permita que una persona con un sistema nervioso en el momento clave de desarrollo neurológico (cualquier niño entre los 8 y los 14 años) utilice una tablet o similar más de 30 minutos seguidos. Nunca más de 90 minutos al día – y solo en días sin colegio. No le permita tener un teléfono móvil.
Visto en: https://educarconsentido.com/2016/11/21/tablets-moviles-y-ninos/
Autor: Neuropsicólogo Nacho Calderón.

lunes, 28 de noviembre de 2016

MI HIJO NO TOLERA LA FRUSTRACIÓN.





La frustración se define como cualquier obstáculo que interviene entre el niño y su meta. La forma en que el niño perciba esta frustración es lo que va a determinar cómo se sienta cuando se encuentre bloqueado al querer alcanzar su meta.
Los tiempos en los que vivimos hacen recomendable que durante el proceso de crianza de nuestros hijos adquieran la fortaleza suficiente, para afrontar con éxito las dificultades que necesariamente encontrarán a lo largo de la vida.
Hoy en día algún nivel de frustración se considera necesario para la formación del carácter en el contexto de un crecimiento emocional sano, que permita un manejo asertivo de la realidad adulta de nuestros hijos.
La frustración es el sentimiento que obtenemos cuando una situación en la que una expectativa, un deseo o una ilusión no se cumple. Se trata de la vivencia emocional ante una situación en la que nuestros deseos, proyectos o ilusiones no se satisfacen o no se cumplen.
En ocasiones las familias evitan al niño todas las situaciones de insatisfacción, de manera que el niño no obtiene el entrenamiento necesario para tolerar la frustración y basta la mínima experiencia para sentirse desbordado.
Algunos niños responden ante estas situaciones insatisfactorias con pequeñas rebeliones, otros se encierran en sí mismos. Ninguna de estas respuestas resulta saludable.
Debemos enseñar al niño a controlar estas situaciones, a tener una respuesta más adecuada ante situaciones que le producen frustración.
Se puede aprender a tolerar mayores retrasos en el deseo y en la gratificación del mismo. Por ejemplo, cuando un padre corre a darle al niño inmediatamente lo que demanda, está interfiriendo en un muy importante proceso de aprendizaje que es aprender a retrasar la gratificación tolerando la frustración.
A medida que los niños van creciendo, tienen mayores oportunidades de desarrollar tolerancia a la frustración. Cada vez que encuentran un obstáculo hacia una meta y se les impulsa a manejar la situación por ellos mismos, se les está ayudando a desarrollar tolerancia. Además, se les ayuda a capacitarse para postergar la gratificación inmediata para obtener una meta a largo plazo.
Recomendaciones para trabajar en casa:
  • Poner un buen ejemplo en casa. Ya que si en casa el niño observa conductas similares, seguirá el mismo patrón de comportamiento. Los niños aprenden e imitan lo que ven en casa.
  • Se empieza con pequeños pasaos, metas pequeñas y ser paciente.
  • Ayudar a los niños a aceptar lo que no puede cambiarse.
  • Enseñar a que nada es “horrible y “terrible” y que la situación siempre puede ser peor.
  • Reforzar a los niños cuando se acercan a tolerar la frustracióne ignorar cuando aparezcan comportamientos de baja tolerancia a la frustración.
  • Dejar que los niños hagan esfuerzos y luchen por sí mismos.
  • Es positivo fomentar técnicas de relajación para niños en casa. Las técnicas de relajación siempre son útiles para disminuir las situaciones de frustración en la infancia.
  • Fomentar la autonomía del niño en la resolución de los problemas.
  • Enseñarle a aceptar las críticas de los demás. Explicarle que le ayudan a mejorar. Cuéntale la historia del patito feo y déjale claro que todos tenemos la posibilidad de convertirnos en cisne.
  • Refuerza su identidad. Explícale que cada persona es diferente, y que ser distinto no significa ser peor. Esto es especialmente importante si en el colegio no se siente aceptado.
  • Refuérzale en las actividades que se le dan bien y minimiza las tareas en las que es más torpe.
  • Ponle reglas y mantén tu autoridad. Los niños necesitan límites claros, firmes y coherentes por parte de sus padres. Un niño sin límites es un niño frustrado y descentrado. Para afianzar su personalidad necesita saber qué se espera de él en cada momento.
La mayoría de seres humanos experimentamos cierta frustración cada día. Ya que es natural que obstáculos interfieran en nuestros planes y objetivos. Sin embargo, no es la presencia de la frustración la que nos hace sentir mal, sino nuestra actitud hacía ella.

Visto en: Blog Isep Clinic. Autora: Alexandra Sierra.
Fuente de imagen: Pixabay

martes, 15 de noviembre de 2016

MI HIJO HA COMENZADO A TARTAMUDEAR ¿ QUÉ PUEDO HACER?




Cómo actuar si su hijo comienza a tener disfluencias.
Algunas de las dudas o preguntas más frecuentes, a modo genérico, suelen ser: 
1. ¿Por qué se produce la Tartamudez? ¿Cuál es su origen?
La Tartamudez es un trastorno de la fluidez verbal, caracterizado por repeticiones, bloqueos, prolongaciones. Todavía es habitual escuchar una serie de mitos, tales como que las causas de la Tartamudez son: nervios, problemas emocionales o psicológicos, traumas infantiles, entre otros. Pues bien, su origen  es neurológico y se sabe que tiene un alto componente genético y hereditario. Por lo que, si hay antecedentes de Tartamudez en la familia es mucho más probable que aparezca en otro miembro de esta.
2. Pero, si sus causas no son emocionales ni psicológicas, ¿por qué aumentan las disfluencias cuando mi hijo está enfadado, triste, inquieto…?
La causa de la tartamudez no es esta pero está claro que el componente emocional juega un papel fundamental en nuestro habla, por lo que el estado anímico puede influir positiva o negativamente, aumentando o reduciendo las disfluencias de forma considerable.
3. Mi hijo de dos años comenzó a tartamudear hace unos meses. Observamos repeticiones de sílaba sobre todo al inicio de la palabra. Hace poco dejó de hacerlo, pero, esta semana hemos observado que nuevamente está tartamudeando. Creo que ya se le pasará porque lo hace solo a veces. La pediatra y su seño me dicen que es evolutivo, que no pasa nada. No hay que darle importancia.
En el momento que observemos que nuestro hijo/a está teniendo disfluencias debemos consultar a un logopeda especializado en Tartamudez con el objetivo de hacer un diagnóstico diferencial y determinar si se tratan de disfluencias evolutivas o atípicas en el desarrollo del menor, con el fin de intervenir lo antes posible de forma adecuada.
En niños tan pequeños, la variabilidad, es una característica a tener en cuenta. Que haya dejado de tartamudear meses, días u horas, no quiere decir que no vuelva a aparecer ni que sea algo evolutivo. El logopeda evaluará y tendrá en cuenta los factores de riesgo para desarrollar un cuadro de Tartamudez persistente en el desarrollo y dará pautas a la familia sobre qué hacer y cómo actuar ante las disfluencias. No hacer nada no es una opción.
4. Pero, me han recomendado que lo mejor es no hacer nada porque el niño todavía no es consciente de ello y que intervenir es contraproducente.
Hoy sabemos, gracias a un estudio realizado recientemente en la Universidad de Santiago de Compostela por Raquel Escobar y Miguel Pérez,  que en niños de entre 2-6 años ya aparecen manifestaciones externas de conciencia hacia el tartamudeo como pueden ser conductas de escape verbal (dejar de hablar, taparse la boca), frustración y/o enfado. Como padres, es muy importante que apoyemos a nuestros hijos ante esta situación, que se sientan queridos y comprendidos. La atención temprana abordará el modelo de tratamiento adecuado a cada caso y acompañará a la familia en esta etapa.
5. ¿Dónde puedo encontrar más información y ayuda sobre este tema?
Internet es una fuente de información poco fiable, donde no todos los datos encontrados  son certeros, y pueden desconcertar más que ayudar. Por eso, recomiendo consultar la página web de la Fundación española de la Tartamudez. Si tienes alguna duda, ellos pueden asesorarte y recomendarte profesionales especializados en tu zona.

Fuente: Isep Clinic Blog. Autor: Marc Gaja.
Fuente de Imagen: Pixabay.com